Las vacaciones suelen incluir momentos de playa y piscina, lo que plantea ciertos miedos a los usuarios de prótesis capilares. Hoy os vamos a ayudar a perderle el miedo al agua y a disfrutar de vuestro pelo sin preocupaciones.
Lo primero de todo, fuera la idea de que vais a salir del agua y vais a ver flotando en el medio de la piscina vuestra prótesis o de que va a venir una ola y se la va a llevar. Esto no ocurre. Las prótesis capilares van sujetas con adhesivos muy fuertes que hacen imposibles estas situaciones.
Si aún así estáis intranquilos, haced la prueba. Iros a una playa desierta o a una piscina privada o madrugad para aprovechar cuando no haya nadie y tiraros al agua. De bomba, de cabeza o un triple mortal carpado, probadlo todo e id viendo cómo reacciona vuestro sistema y hasta dónde podéis llegar.
Los adhesivos están formulados para ser resistentes al agua pero tenéis que planificaros bien. En primer lugar, es importante tener en cuenta que no se debe mojar el sistema hasta 12 horas después de haber colocado los adhesivos. En segundo lugar, a partir del 5º día desde el último mantenimiento, es mejor no arriesgar demasiado, pues los adhesivos ya no están a pleno rendimiento.
Si queréis super aseguraros de que el sistema está bien fijado, tirad del pelo suavemente (cuidado! no os lo arranquéis!) para comprobarlo. Os recomendamos colocar las cintas lo más al rás posible en la parte frontal, pues estas resisten mejor al agua que el pegamento líquido. A nosotros las que más nos gustan para estas situaciones por su gran resistencia son las Supertape.
Otro producto que funciona de maravilla en estas situaciones es el Scalp Protector, especialmente formulado para hacer deporte y nadar, así como para climas cálidos y húmedos.
Con todo esto ya estáis listos para lucir estilazo nadando en cualquier lugar!